Noticias / Los amigos de Motos Marín nos cuentan sus escapadas: Charly Elche prueba la nueva V-Strom 1050 por la Serranía de Albarracín y Cuenca

Los amigos de Motos Marín nos cuentan sus escapadas: Charly Elche prueba la nueva V-Strom 1050 por la Serranía de Albarracín y Cuenca

Eran las 8:30 en punto cuando recogía las llaves para probar la nueva V-Strom 1050.  El señor Paco Marín, de concesionario Suzuki Motos Marín de Elche- Murcia me hacía entrega de la flamante y nueva moto Demo, con ese llamativo color naranja y blanco, recordando a aquella DR-Big del Dakar.

De ahí al sitio que se concretó con mis 4 compañeros de ruta, con los que ya se acordó que íbamos a ir a la zona de la Serranía de Albarracín y Cuenca. De eso se trataba, de hacer 2 noches sin «inflarnos» a kilometradas, ya que las zonas que íbamos a pasar son para deleitarse y disfrutarlas con paradas y las pertinentes fotos.

Pues ahí vamos, desde Elche hasta Almansa por autovía y de ahí desvío a Requena, cruzando el Valle de Ayora y Cofrentes.
Parada y almuerzo, les advertí a mis compañeros que lo que íbamos a cruzar ahora iba a ser espectacular, ya que la zona de Chera, embalse de Buseo, la preciosa localidad de Chulilla y de ahí a Losa del Obispo, y ya en carretera más amplia hasta Aras de los Olmos y encaminar a Losilla para deleitarnos por el llamado STELVIO VALENCIANO-TUROLENSE, guardando la distancias, por supuesto, carretera recién asfaltada, agarre perfecto y una delicia ir subiendo y bajando marchas a esta nueva XT 1050.
 Tras este espectáculo serpenteante, tiramos para adentrarnos en la provincia de Teruel en la localidad de  Arcos de Salinas,  Albentosa y parada en Mora de Rubielos, para luego seguir hasta Cedrillas, y ya dirección a Albarracín, donde haríamos noche.
La llegada fue alrededor de las 19:00 horas, todo un día de disfrute de moto, carretera y finura de ese nuevo motor y su acelerador electrónico que tantas buenas sensaciones me aportó. 440 kms hicimos, lugar donde reposté combustible, con lo que con un depósito hice toda esa ruta con la V-Strom 1050 XT.

Tras una noche en esa maravilla de pueblo, del cual se dice que es de los más bonitos de España, en la que recorrimos sus calles y saboreamos la típica gastronomía, se emprende Ruta hasta Cuenca, sería corta pero con rincones singulares y un paraíso para todo motero. Por lo que nos dirigimos hacia Orihuela del Tremedal y su santuario que tiene en la sierra de allí mismo, con unas vistas increíbles al pueblo y los alrededores.

Seguimos hasta el nacimiento del Tajo, el cual era nuestro siguiente destino, cruzamos una serie de pueblos los cuales se comenta que son los más fríos de España, entre ellos Griegos, todos ellos en una altura de alrededor de 1600 metros.

Llegamos al citado sitio donde nace el río más largo de la península ibérica, y ya dirección hacia Cuenca, no sin antes parar en el Ventano del diablo circulando por las carreteras de la serranía conquense que  para todo motero son de obligada visita.

Despertamos y encaramos el último de los 3 días, en que estaba planeado ir dirección Almodóvar del Pinar, de ahí a Minglanilla y con parada en el singular pueblo de Alcalá del Júcar.

Tras esa pausa, ya con la idea de hacer marcha a casa, cruzamos Alpera y coger la autovía hasta nuestro destino.

Han sido 957 kms en los que he disfrutado muchísimo,  en los que hemos estado en  sitios de obligada visita,  en los que la carretera, la moto y el piloto se hacen uno y se disfruta sin igual por las  espectaculares  zonas mencionadas, en los que a lomos de la V-Strom 1050 he notado como esa finura aportada al nuevo modelo, como esa electrónica de su acelerador y el control de velocidad, me ha hecho saborear al máximo esas serpenteantes carreteras y con un ridículo consumo de tan sólo 4,5 que para ser un 1037 con 107 cv y un ritmo alegre, respetando en todo momento la legalidad, es extraordinario.

Quiero darle las gracias a mis compañeros de ruta, Ramonet, Pepe, Espi y Conrado, infatigables ruteros, por esos kilómetros, risas y anécdotas juntos.
 Y también vaya mi agradecimiento al concesionario Suzuki Motos MARÍN y a su jefe PACO MARÍN, por dejarme «gozar» de esta magnífica moto, que en este tipo de rutas, es donde está en su salsa, ruta perfecta para ella y que la aparcas y parece que te pide  más kilómetros.